El psicópata que todos llevamos dentro...

Bueno, parece que se está volviendo una tradición abrir el tema con una foto de película. Se llama VERTIGO, de Hitchcock, por los autos debe ser del año 60, quienes aparecen en la fotografía son los protagonistas, ubicados en el cual va a ser el escenario crucial del film. Me llama la atención que no tiene muchos diálogos, sino acciones, miradas...no sé si eso se habrá trabajado, pero es un tanto aliviador...la mayoría de las veces las películas antiguas, al menos las que recuerdo, tienen tanto diálogo que saturan, en cambio vértigo nos permite sacar nuestras propias deducciones, como si por un momento fuéramos parte de la escena o fuéramos los propios detectives.
La película nos muestra un amor al principio siniestro, bajo la luz de los pilares de un hombre que comienza a obsesionarse con ella, es un amor difícil, sufrido, con las clásicas orquestas de fondo que hacen sonreir por el cliché de lo clásico. Un amor enfermo, tan enfermo que asusta, pero a la vez apasionado, tan apasionado que abruma, tan apasionado que mata.
Es realmente digno de psicoterapia, pero a la vez me puse a pensar...acaso hay alguien que alguna vez no se haya obsesionado un poco con otra persona??, no es acaso el amor un poco así, obsesivo, masoquista, sufrido??
Bueno obviamente hay algunos más embalados que otros, claro, pero creo que mientras no sea patológico, no es malo, de hecho la obsesión está de la mano con la pasión, si uno está embalado, ansía más ese momento y actúa de una forma muy visceral, por lo tanto, qué tiene de malo ese poquito de obsesión, si después va a ir acompañado con una descarga de pasión???, esa pasión que a todos nos gusta, que nos encanta de hecho???