Cielo...

Ultimamente para bien o para mal el tema de la muerte ha estado más cerca mío de lo que quisiera... Que loca y sorprendente es la mediocridad humana con respecto a ir buscando a medida que uno necesita, antes nunca me había preocupado de hacer caldo de cabeza y ponerme a pensar en cual sería mi posición frente a este tipo de temas, sin embargo creo se debe a mi postura de siempre pensar en que el mejor momento para decidir sobre cosas es cuando ocurren, en fin se haga como se haga siempre he pensado que todas las conclusiones que uno saque distan mucho de generarnos una tranquilidad que las situaciones efectivamente no ameritan...
El cielo... así tal cual, para unos nada más que parte de la atmósfera y posible cuna de ovnis, para otros un estado temporo espacial distinto o un lugar hermoso con flores y ángeles, donde llegan las personas buenas. Pero quién tiene la verdad absoluta lamentablemente ahí va a cobrar parte mi pensamiento de que sólo lo sabremos cuando lo vivamos, si es que lo sabemos, si es que somos eternos.
Este último tiempo ha sido bien chocante mi relación con Dios y no por un asunto de reproches, al contrario... sino que entre todas las cosas que pasan por mi mente cabe la posibilidad de sufrir una decepción terrible a la hora de morir y darme cuenta de que no existe tal, o también tengo tantas dudas sobre la realidad del alma, que tal vez no debería hacerme puesto que fe es creer ciegamente en algo.
A medida que uno habla con gente y a medida que pasan los días pienso y escucho miles de teorías, creo que cada uno busca la que se acoge mejor a cada uno, pero cual es la verdad...
Al menos hay algo que me convence y también me tranquiliza... toda esta energía que nos hacer ser individuos debe transformarse en algo, debe trascender ir más allá de lo explicable y de lo que nos hace ser tan sólo expectadores de la maravilla, más que protagonistas; al menos por ahora esa energía trasciende en los recuerdos, ojalá alguien invente una máquina para proyectarlos así, como una película, pero también parte de la magia es también poder cerrar los ojos y disfrutar cada momento pasado o futuro, porque podemos también jugar con el tiempo...
Quisiera poder cerrar mucho los ojos y no olvidarla nunca...

(((te quiero mucho Mª José)))